El miércoles 4 de febrero de 1987, en la vereda Los Toldos del municipio de Guarne (Antioquia), junto a 14 personas más fue capturado por la Policía el narcotraficante Carlos Lehder Rivas. Horas más tarde, luego de una rápida decisión del presidente Virgilio Barco, fue extraditado a Estados Unidos.
La justicia norteamericana le aplicó todo el rigor de la ley y hoy,
25 años después, continúa preso en una cárcel de La Florida. En su
momento, su captura y extradición fue el más duro golpe del Estado a los
carteles de la droga.
La historia de Carlos Lehder Rivas
constituye una saga delincuencial aparte. Nacido en Armenia (Quindío) en
1949, su padre era un emigrante alemán que había llegado a Colombia
desde los años 20 y se asentó en el Eje Cafetero, donde además de
contraer matrimonio con una joven de la región, se hizo propietario de
un acreditado restaurante. No obstante, después de la separación de sus
padres, Lehder fue a parar a un internado, de donde se fugó a los 15
años y se fue a buscar fortuna a Estados Unidos.
Su nuevo destino
fue la ciudad de Nueva York, donde pudo ubicarse en la comunidad latina,
desempeñando diversos oficios. Sin embargo, también encajó en el mundo
ilegal, al punto de que en junio de 1973 fue detenido por primera vez
bajo el señalamiento de movilizarse en un carro robado. Rápidamente
quedó libre, pero a los pocos meses volvió a ser detenido, esta vez por
la posesión de un cargamento de marihuana. Su registro judicial refiere
dos capturas más y su libertad definitiva a finales de los años 70.
Es
en ese momento cuando empieza a consolidarse en el mundo del
narcotráfico. Nunca quedó claro cómo logró hacerse a la propiedad, pero
de la noche a la mañana se volvió el anfitrión de la isla Cayo Norman,
de las islas Bahamas, no muy lejos de las costas de La Florida. En dicho
lugar, viviendo a sus anchas como un potentado, Lehder Rivas se
transformó en el gran socio de varios capos de la droga que utilizaban
Cayo Norman para reaprovisionar sus aviones o reembarcar toneladas de
droga que terminaron en EE.UU.
Su reinado de impunidad duró hasta
finales de 1979 cuando la policía de las Bahamas promovió una enorme
redada en Cayo Norman y arrestó a más de 30 personas. Lehder logró
evadirse, pero días después una Corte del Distrito de Florida formuló
cargos en su contra por posesión y distribución de cocaína. En busca de
capturarlo, la DEA adelantó otro gigantesco operativo en Cayo Norman en
1980, pero en ese momento ya el habilidoso narcotraficante había
decidido refugiarse en su natal Colombia.
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